viernes, 9 de enero de 2009

SABIO JUICIO DE SALOMON

Por ese tiempo se presentaron ante el dos mujeres rameras.
Una de ellas dijo: “¡señor mío! Yo y esta mujer habitábamos en una misma casa. Yo tuve un hijo cuando estaba con ella en la casa.
Al tercer día que yo di a luz, ella también tuvo un hijo. Y vivíamos juntas, ninguno de fuera estaba en casa, sino nosotras dos.
“una noche de esta mujer murió, porque ella se acostó sobre el.
“ella se levanto a media noche, tomo a mi hijo de junto a mi, mientras yo tu sierva dormía, y lo puso a su lado, y puso a mi lado su hijo muerto.
“cuando me levante para dar el pecho a mi hijo, lo encontré muerto. Pero al observarlo por la mañana, vi que no era mío el que yo había dado a luz”.
Entonces la otra mujer dijo:” ¡No! Mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto”. Pero la primera mujer volvió a decir:”no, tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive”. Así hablaron ante el rey.
El rey entonces dijo:”esta dice: ‘mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto’. La otra dice: ‘no. El tuyo es el muerto, y mi hijo es el que vive’.
Y agrego el rey:” traedme una espada”. Y le trajeron una espada.
En seguida el rey ordeno:”partid por medio al niño vivo, y dad la mitad a cada una”.
Entonces a la mujer de quien era el hijo vivo, se le conmovieron las extrañas, y dijo: “¡ah señor mío! Dadle a ella el hijo vivo, y no lo matéis”. Pero l otra dijo:” ni a mi, ni a ti partidlo”.
Entonces el rey respondió:”dad a aquella el niño vivo, y no lo matéis. Ella es su madre”.
Todo Israel oyó aquel juicio, y respetaron al rey, porque vieron que había en el sabiduría de Dios para juzgar.